Eran tiempos complicados,
se presagiaba un gran cambio,
una división de culturas,
de religiones,
donde el deseo de poder,
de volver a restaurar la iglesia,
la religión cristiana,
obligaba a tomar medidas drásticas,
tocaba decidir en que bando se estaba,
si en el de cristianos o musulmanes,
cuyo futuro,
se veía bien lejos de Granada,
de sus calles,
de la seguridad que aportaba su fastuosa fortaleza,
la Alhambra,
Para León ,
o mejor dicho ,
Hasan bin Muhammed al-Wazzan al-Fasi,
la situación estaba clara,
pronto llegaría la mañana de abandonar Granada. Sigue leyendo