Boabdil ruega a Granada.

Quiero que mis ojos no vuelvan a ver,

que mis oidos no vuelvan a escuchar,

no quiero que de mi boca salga otro nombre,

que el tuyo bella ciudad,

Granada,

hoy es el último día que te contemplo,

que me duermo bajo el murmullo del agua corriendo por las fuentes de palacio.

Oh mi Alhambra,

mi palacio,

mi fortaleza,

que mañana no despertaré en ella,

otro cielo será el que contemple,

no pasearé entre mis palacios nazaries,

su jardín,

Generalife,

no volverá a brotar una flor más en mi ausencia,

condenado sea,

a ser un jardín seco,

unos palacios desiertos,

en mi ausencia,

que nadie duerma en mis aposentos,

por cobarde y mal gestor,

ahora agacho la cabeza,

parto,

me destierran,

ay  Mi Alhambra ,

no volveré a verla,

no volverá a ser tan bella,

mis lamentos quedarán por siempre encerrados en ella,

a todo aquel que a visitarla se atreva,

le contaré mi desdicha,

para que al mundo la traslade,

eh ahí su grandeza,

el monumento más visitado de España,

quiero que algún día sea,

que todos los que de lejos vengan,

contemplen  esta joya de la España musulmana,

último reducto musulmán,

último hilo de voz que me queda,

de esperanza,

mi alma,

mi historia,

estarán siempre ligadas a tí,

esa será su belleza,

se contará mil leyendas,

todos hablarán de Boabdil,

el chico,

el ser más feliz,

pero a la vez más desdichado,

marioneta del destino,

que tuvo que de Granada salir,

Aixa,

mi madre,

duras palabras me dijo,

su impotencia,

queda igual reflejada,

convertida en belleza,

en misterio que a esta bella ciudad embriaga,

con sus mitos y leyendas,

historias de amor y traición contadas,

hacedme un favor,

todos aquellos que podréis seguir habitando en Granada,

hablad de mí,

de mi madre,

de nuestro amor por Granada,

descuidado,

más la perdimos,

y con ella nuestra alma,

que vaga,

sin rumbo fijo,

por sus torres,

por sus aguas,

de la colina de la Sabika,

se extiende hasta Bib-Rambla,

no es tangible,

pero en su ambiente siempre está,

en la brisa de su aire,

en el olor de las calles de su albaicín,

en sus flores en primavera,

Jardines de Triunfo  y de palacio,

repostería marroquí,

todo envuelve nuestra pena,

por morir lejos de ella,

granada,

llora por mí,

llora por Boabdil,

cuenta al mundo mi pena,

que todos quieran venir a verla,

a sentirla,

a olerla,

a visitar mis palacios,

mis jardines,

ciudadanos de tan bella

y enriquecedora ciudad,

aquí os dijo,

como sueño,

como quiero que se venda,

que el mundo la entienda,

con su pasado musulmán,

sin generar controversia,

pues ante tan lindo lugar,

no hay disputa que bien merezca la pena.

18 pensamientos en “Boabdil ruega a Granada.

  1. Precioso poema, Miryam. Todos soñamos con volver a Granada, y enamorarnos cada vez de su incomparable belleza. Besos.

  2. «…NO LLORES COMO MUJER, LO QUE NO SUPISTE DEFENDER COMO HOMBRE…» (Aixa, a su hijo Boabdil)
    ¿¿¿…Era mas o menos asi Miryam…???
    Yo»muncha morriña de Grana’…!!!! besos y achuchones desde Argentina…

    • Muchas gracias Pepi, soy estudiante y la verdad es complicado hablar de temas que generan sentimientos y opiniones o muy buenos o muy malos, espero hacerlo poco a poco mejor, saludos y gracias por pasar por este pequeño blog.

Replica a miryamposada Cancelar la respuesta