La bofetada de Gilda , conociendo a Kike Cherta

El ritmo en la web es muy rápido, se escapan muchas cosas, de ahí que una vez que vas compartiendo , pero sobretodo aprendiendo de la comunidad ,vas teniendo tus referentes, esas personas que sabes que cuando te recomiendan algo, estará bien.

Así que tras un tiempo voy viendo a esas personas que me aportan y de las que aprendo según una temática en concreto.

Aunque hay casos que te sorprenden y encuentas a personas como Jesús Lens que son capaces de orientar en varios aspectos , desde música , restaurantes o  cine al apasionante mundo de la lectura.

Hoy una vez más acudo a conocer a un nuevo autor y libro de su mano, pero no es un libro cualquiera, se trata de la segunda edición del premio de narrativa digital Francisco Ayala, y del libro ganador de Kike Cherta » La bofetada de Gilda «

Curioso nombre ¿ verdad ?  como bien dijo Jesús , te invita a leer para saber que clase de historia se encierra tras esa famosa escena cinematográfica.

Glenn Ford, el hombre que abofeteó a Gilda en la escena más vista del cine de todos los tiempos y estrella de la era dorada de Hollywood,

bofetada

Gilda es Rita. Un guante, una canción y el bofetón propinado por el gran Glenn Ford hicieron el resto. Más allá de su valor estrictamente artístico, este drama pasional se convirtió en un icono de la historia del cine. La década de los cuarenta alumbró películas mucho mejores, pero el simbolismo y estética de «Gilda» la convirtieron, todavía hoy, en una obra imprescindible.

Como bien dice esta valoración sobre la película en » FilmAffinity »  una obra se define por un personaje, un paisaje, una canción y un suceso que se quede grabado en tu memoria.

Precisamente esa es la conexión que hay entre una buena canción o un buen libro, que ambos marcan un momento, unas experiencias, unas personas con las que puedes llegar a sentirte identificado.

Leer es el proceso en el que la imaginación vuela para mezclar realidad con ficción, y dentro de ese proceso el buen escritor saber como hacer de su historia el tablero de juego perfecto.

Un juego real  que te invita a sacar conclusiones y  poder analizar tu propia historia, es decir , esa bofetada que te haga despertar si estás dormido , o soñar si están demasiado despierto.

Una bofetada que puede hacer despertar muchas sensaciones,  creo que precisamente a eso se debe que Kike  Cherta con su obra » La bofetada de Gilda » haya logrado este reconocimiento en el segundo certamen del » Premio Narrativo Digital  Francisco Ayala».

La provocación de sensaciones mediante su historia,  os dejo una breve introducción a la misma  :

La mujer loca que vive con quince gatos se ha enamorado de un oso de peluche gigante. Tampoco es tan raro. A fin de cuentas (lo acabamos de decir), está completa y rematadamente loca.

La mujer loca que vive con quince gatos y hace meses que no se ducha es consciente de que el oso es solo un oso de peluche. Está loca, sí. pero no es imbécil.

Así comienza el primer cuento de «La bofetada de Gilda», de Kike Cherta, al que tuve el gustor de conocer ayer y  que como he dicho antes,  es de esos autores que escriben para dar ese tipo de bofetada necesaria a sus lectores.

Entre las historias de La bofetada de Gilda nos encontramos con una mujer loca que vive con quince gatos, enamorada de un oso de peluche gigante; pero también conocemos a un chicohombre y una chicamujer; o a un señor muy bueno que, para dejar de serlo, decide ir a Canadá a matar focas. Y aún más: aparece un mal padre en coma que, tal vez, quién sabe, sea el salvador del universo, e, incluso, Abraham Lincoln, retratado en sus infidelidades a una domadora de circo. Pareciera que todo es posible en La bofetada de Gilda y su universo de ficción desmedido: el lector disfrutará de este conjunto de relatos que activa magistralmente un ocasional tono del absurdo, con personajes tan cercanos como perturbadores, dentro de una escritura limpia y directa.

Una mezcla bastante curiosa de personajes, que como bien dijo Jesús Lens , mezclarlos, y encima que le salga bien , ya dice mucho de este autor.

Vamos a hablar un poco sobre Kike Cherta :

Kike Cherta nació en un pueblecito costero de Castellón llamado Vinaròs en 1982. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Jaime I de Castellón, aunque no tardó demasiado en marcharse a Madrid, donde trabajó en varias agencias como redactor creativo.

Sin embargo, un día, decidió dejarlo todo y viajar rumbo a México, donde aprovechó para desarrollar su faceta más literaria. A su regreso a Europa a finales de 2009, sobrevivió durante dos años gracias a varios concursos de relatos, cortometrajes y varios encargos estrafalarios. Además, descubrió el taller de relatos del Patio Maravillas, un lugar de intercambio literario muy alentador que ha contribuido a mantener vivo su gusto por la escritura. En 2012 regresó a la publicidad.

Kike Cherta tiene varios premios audiovisuales y literarios. Lo más destacados son el II Premio de Narrativa Francisco Ayala y el Primer Premio del XVI Certamen de Relato Corto José Nogales de la Diputación de Huelva. La bofetada de Gilda es su primer libro de relatos.

Sin duda un autor interesante, pero sobretodo con la capacidad de hablar en sus relatos  y  mantener sus pies en el suelo ,  siendo una persona cercana , y cuya humildad le permite disfrutar al máximo de este gran reconocimiento.

Una prueba de que el autor hace gran honor a eso de la «bofetada» está en una frase que dijo que seguro que a nadie se le pasó por alto : vivimos en una sociedad donde nos causan risa cosas que no la tienen , y donde lloramos por cosas que no merecen la pena.

Seguramente que sea eso lo que ahora necesitemos, personas que nos hagan reir de manera sana, sin hacer daño a nadie, y personas que nos digan que no merece la pena llorar por ciertas cosas, creo que con semejante mensaje a partir de ahora me lo pensaré unas cuantas veces antes de hacer ambas cosas. ¿ O quién sabe ? lo mismo esta sociedad actual  está aún más loca que esa mujer que vive con quince gatos y anda enamorada de un oso de peluche, creo que al acabar el libro mi concepto de locura no será el mismo.

Nos vamos otra vez a la gran pantalla, aliada o enemiga del mundo lector, todos conocemos esa frase del no he leido el libro , he visto la película, a veces nada recomendable, un ejemplo el libro de  «IT» de Stephen King , una maravilla leerlo , cosa que no pasa con la película, aunque me gusta,  no la puedo disfrutar al mismo nivel.

Vamos a hablar de la película Her

Her es una película romántica de ciencia ficción escrita y dirigida por Spike Jonze. Su historia se centra en un hombre que se enamora de un sistema operativo informático. Her es el debut de Jonze como guionista individual, llevándolo a conseguir el Oscar (2014) por mejor guión original, y su estreno fue el 18 de diciembre de 2013.

Ambientada en Los Ángeles, en el futuro cercano, la película muestra a Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), un complejo hombre que vive escribiendo conmovedoras cartas a los demás. Con el corazón roto después terminar una larga relación, se siente intrigado por un nuevo y avanzado sistema operativo, el que promete ser una entidad intuitiva con cada usuario. Después de inicializarlo, Theodore queda encantado de conocer a «Samantha» (Scarlett Johansson), una brillante voz femenina que es perspicaz, sensible y sorprendentemente divertida. Mientras los deseos y las necesidades de ambos crecen, su amistad se transforma finalmente en una relación de amor.

Como vemos en nuestra sociedad actual las nuevas tecnologías van ganando terreno,  marcando una nueva tendencia a la hora de socialización,  de ahí que antes mencionara lo del concepto de locura , y la necesidad de esa bofetada ante una sociedad cada vez mejor comunicada pero al mismo tiempo más lejana.

Volviendo al libro de Kike para relacionarlo con esta llamada » evolución tecnológica » una evolución en concepto de herramientas o aplicaciones, pero que desde el punto de vista de las relaciones sociales no acaba de ser digamos positiva , yo más bien diría que hay un retroceso.

Vemos como cada vez somos más dependientes de estas nuevas tecnologías, hasta tal punto que escritores como es el caso de Kike han apostado por usarlas y ayer nos regalaron a los asistentes un código de descarga de su obra, ahora diremos, hace gala de la locura con la que ha dotado a sus personajes, pues no, más bien es saber adaptarse y intentar ser más accesible , hacer su trabajo más accesible para todos aquellos que quieran conocerlo.

Hacer un uso responsable de la web , caballo de batalla para profesionales de la música y  escritores en estos tiempos que corren, romper con la imagen de escritor pegado a su pluma o  vieja máquina de escribir para lanzarse también a usar el pc y a estar en las redes sociales donde puedan ser más cercanos y mostrar todos esos sueños, realidades que desean plasmar en sus obras.

Por eso la mención a Her, película que muestra como nuestra sociedad evoluciona a pasos enormes en muchos aspectos pero que al analizar dicha evolución y como afecta  a la manera de relacionarnos no podamos evitar el pensar que es posible que  no haya tal avanze.

 

Probablemente  esa introducción en la que  Kike nos habla de esa loca mujer con 15 gatos enamorada de un oso de peluche gigante refleja al igual que Her una crítica a la sociedad, a esa nueva forma de relacionarnos , imaginaria, virtual, donde buscamos para  no sentirnos solos compañía en ese gato , oso de peluche  u  ordenador. Una nueva forma de rellenar ese vacío provocado por la revolución tecnológica.

El libro y el cine , no hay mejor momento que estar en casa en tu pequeño lugar , relajado disfrutando de una buena historia,  al igual que esa velada de cine en compañía , disfrutando de otra historia , comentando ,  riendo , llorando, para luego acabar dando ese paseo y tomando algo en alguno de tus lugares favoritos de la ciudad.

Así pinta » La bofetada de Gilda » una historia que nos invita a abrir los ojos a la realidad al mismo tiempo que a soñar, con personajes unidos que nunca antes habrías imaginado que podrían estarlo, en medio de esa risa sana y de esa moraleja de no llorar por cosas que no merecen ese grado de importancia.

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